Un pavo real invitó a una grulla a cenar. Durante la cena, el pavo no paraba de presumir de sus plumas y de su belleza. La grulla le dijo al pavo que aunque era cierto que sus plumas eran muy bellas, no les servían para volar. -Mis plumas serán más feas, pero me sirven para volar –añadió la grulla. MORALEJA: No debemos despreciar a nadie, porque todas las personas tenemos unas cualidades. Cuento on line
La liebre y la tortuga
Un día cualquiera en un claro del bosque en el que vivían muchos animales, se celebró una carrera entre una tortuga y una liebre. Nada más comenzar, la liebre fue tan veloz que enseguida la tortuga se quedó atrás. Pensando que era la más rápida y que nadie le podía ganar, decidió tumbarse a dormir a la sombra de un árbol y descansar. Mientras tanto, la tortuga siguió su camino lenta pero sin detenerse. Cuando la liebre se despertó, la tortuga ya le había adelantado. Por mucho que quiso correr, la tortuga llegó antes que ella a la meta y ganó la carrera. De este modo la tortuga fue la campeona y a partir de entonces, la liebre aprendió a ser más trabajadora y no creerse siempre la mejor. Cuento on line
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